Assita Kanko, la historia de una eurodiputada
Muchas la pusimos en la escena política europea cuando, rodeada de periodistas, Kanko se acercó a Carles Puigdemont y a Comín cuando recogieron sus respectivas actas en el Parlamento Europeo. Pero, ¿por qué ha causado tanto revuelo esta eurodiputada?
Bajo mi visión, el único motivo por el cual Assita Kanko armó tanto revuelo en la prensa española (y españolista) es uno: es una eurodiputada negra. Hay que entender que en España ser diputado y negro es algo excepcional y es, por ese motivo, que a la prensa le llama especialmente la atención dicha parlamentaria.
En efecto, a mí me llamó la atención que llamara tanto la atención, válgase la redundancia. Pero es que, sin duda, España tiene un largo camino que recorrer en este sentido: debe dejar de ser un sorpresa ver a una persona afrodescendiente en la escena política.
A pesar de que sostengo que gran parte del revuelo que se hizo entorno a Assita Kanko viene dado por su etnia, es cierto que también sorprende el partido del cual es parlamentaria: Nueva Alianza Flamenca. Pero antes de entrar a analizar dicho partido, hablemos de ella.
La eurodiputada nació en el 80 en Burkina Faso. De profesión periodista, estudió la carrera en los Países Bajos y, más tarde, se estableció en Bélgica. Allí, en el 2012 fue concejala en Ixelles por el Movimiento Reformador y, desde el 2019 es diputada del Parlamento Europeo por N-VA. El primer partido por el que obtuvo un cargo público se autodenomina como un partido de centroderecha liberal y cristiano. Llama muchísimo la atención su acercamiento al NVA, partido independentista flameco proeuropeo y de derechas. ¿Por qué? Sus durísimas propuestas contra la migración.
Para que nos hagamos una idea quiénes son estos independentistas flamencos voy a dar dos datos:
- Forman grupo parlamentario en el Parlamento Europeo con Vox.
- En el año 2014, Thom Francken , uno de los dirigentes de N-VA, asistió al 90º aniversario de Bob Maes. ¿Quién es este señor? Un antiguo afiliado a la Liga Nacional Flamenca, quiénes colaboraron estrechamente con la ocupación nazi en la II Guerra Mundial. Tras pasar por la cárcel, Maes siguió su actividad política en la milicia ultraderechista.
En este sentido, para situar de qué clase de partido hablamos, cabe señalar que Assita Kanko afirma estar de acuerdo con la posición de su compañero Thom Francken en temas de migraciones. Francken ostenta el cargo de Secretario de Estado de Asilo e Inmigración desde el año de la ‘’fiesta nazi’’. En efecto, el gobierno de coalición belga sufrió una durísima crisis cuando los 31 diputados (de 150) de N-VA retiraron su apoyo al firmarse el llamado Pacto de Marrakech.
En este sentido, todos los discursos anti-migraciones de este grupo político nos son bastante familiares, pues se adaptan muy bien al discurso de la derecha española (en el sentido más amplio, es decir, incluyendo a la ultraderecha). Es por eso que unen fuerzas en la Cámara Europea. En materia de derechos nacionales, por ejemplo, no olvidemos que N-VA es un partido independentista y que ha apoyado a Carles Puigdemont reiteradamente.
«Les di la bienvenida a Puigdemont y Comín en solidaridad con los que quieren libertad«
– Assita Kanko.
En este sentido, Vox y N-VA son un abismo político. Pues el primero antepone la unidad del Estado español e incluso eliminar el sistema de autonomías que tenemos actualmente reconocido en el marco constitucional. Y, además, fue la acusación popular del juicio del ‘Procés’ la que ‘’expulsó’’ a Puigdemont, a Comín y a demás dirigentes a otros países europeos. N-VA plantea, por otro lado, la independencia del pueblo flamenco por encima de la legalidad del estado belga. Es decir, teniendo en cuenta estas grandes diferencias políticas y que, además, Vox no es proeuropeo pero tampoco los caracteriza un férreo anti europeísmo; podemos deducir qué les une. Las políticas migratorias.
A mí no me deja de llamar la atención esto porque, más allá de la condición de migrante de Assita Kanko, ella es una gran activista por los derechos de las mujeres, en especial contra la mutilación genital femenina. De hecho, el día que recogió el acta de eurodiputado Puigdemont y Comín, Kanko estuvo acompañada de Synthia Otieno, Ivy Akinyi, Macrine Onyango, Purity Ouma y Stacy Owino. Estas chicas son estudiantes de Kenia, finalistas del Premio Sajarov 2019 y desarrolladoras de la aplicación iCut, una app que tiene como intención ayudar a chicas que se vean ante este peligro. Esta lucha contra la mutilación genital femenina de Kanko responde a su experiencia personal: “La primera vez que hablé de mi mutilación fue con 30 años, porque es un tema muy tabú”.
Es curioso este activismo contra esta vulneración de derechos humanos y, simultáneamente incitar al rechazo de gente migrada a través de estos discursos tan violentos. Muchas personas llegan a nuestras fronteras por motivos de persecución política, cuestiones económicas o fuga de países donde corren un grave peligro de morir. Negarles un espacio de empezar una nueva vida en Europa es, a mi entender, una hipocresía si queremos defender sus derechos. Sus derechos como mujeres, también pasan por acoger a víctimas que han decidido dar un paso al frente y establecerse en países que, a pesar de muchos defectos, van a perseguir y condenar estas prácticas tan atroces. Esto no significa, no obstante, que en Europa no pase. Kanko ha sido la primera en admitirlo. Pero me parece evidente que dar ese espacio de un ‘’nuevo empezar’’ es clave en la reconstrucción de una mujer víctima de un drama doble: la mutilación y la migración. Por lo que se me hace duramente incomprensible la posición política de Assita Kanko.
En ocasiones, podemos pensar que por ser una mujer afrodescendiente ya tiene que defender ciertas posturas políticas. La diversidad política es sumamente amplia en este sentido, puesto que tu condición humana no determina tu ideología política. Ejemplo de ello es el parlamentario afrodescendiente ultraderechista que tenemos en España, en el Congreso de los Diputados. Pero es llamativo, sin ninguna duda, esa contradicción de defensa de las mujeres víctimas de mutilación genital femenina y un discurso escéptico con las migraciones. En este sentido, se me hace difícil entender la lucha sin la solidaridad. Pero claro, no todas son Assita Kanko.
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