La peluquera y la niña «fea»
Imagina una niña de cuatro años que mientras la están peinando exterioriza una idea que tiene muy asumida. «Soy muy fea». A la peluquera se le rompe el corazón, y la abraza y llora con ella y le da una bonita charla de empoderamiento:
«No digas eso. Tú eres guapa. Tienes un hermoso color de chocolate y… ¡mira esos hoyuelos! Yo no tengo hoyuelos. A ver esa sonrisa. Ooohhh, qué dientes tan blancos y mira, ahí están esos hoyuelos… Y además de ser guapa, podrás hacer lo que quieras con tu vida y que nadie te diga lo contrario. ¿Qué quieres ser? ¿Profesora? Pues serás una profesora estupenda y preciosa…» y cosas así.
Vale, tal vez no te lo tengas que imaginar porque está grabado en un vídeo que ha corrido como la pólvora. Y no negaré que el vídeo sea tierno, la peluquera sea una heroína y la niña se llevara y un buen chute de autoestima con el peinado. Pero como todo eso ya está dicho y doy por hecho que en el momento en que se comparte es porque se aprueba, yo voy a hacer una pequeña reflexión.
Cuando vemos estos vídeos tan tiernos y con un mensaje tan potente, se nos olvida algo importante: son menores. Esa niña no tiene la capacidad de decidir libremente si quiere aparecer en un vídeo que verán miles de personas, si quiere que para bien o para mal sea el tema de conversación de un montón de gente desconocida. Tampoco sabemos la reacción que tendrán las personas de su entorno ni cómo actuarán ante ella con su reciente condición de «famosa», o cómo va a cambiar su vida, o cómo se sentirá cuando crezca y entienda lo que significa viralizarse en internet.
Pero en fin, tampoco me quiero poner dramática porque, evidentemente, no es como tirarle una loncha de queso a tu bebé a la cara y grabar su reacción para subirlo a las redes. Si no sabes de qué va, suerte que tienes, pero palabrita que el año pasado se puso de moda el Baby Cheese Challenge, que consistía exactamente en lo que acabo de narrar.
Es importante que las niñas negras se valoren porque todas las referencias que les llegan son contrarias a sí mismas. Es importante que sepan que su color de piel no las hace ni menos bonitas ni menos válidas para hacer cualquier cosa que se propongan. Y es importante que tengan gente alrededor que las ayude a comprenderlo, porque no es un mensaje que se de muy a menudo.
Y de toda esta historia me voy a quedar con eso, con el mensaje de empoderamiento y con la reacción solidaria de algunas personas que, para animar a la niña y para visibilizar que la representación es importante, se han inspirado en Ariyonna para realizar poderosas ilustraciones y compartirlas con la etiqueta #ArtworkForAriyonna
Aquí algunas de mis favoritas. Os invito a indagar porque yo estoy descubriendo cuentas de artistas maravilloses.
Educadora y cuidadora no remunerada, cantante e instructora de yoga.
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