Nina Simone
En este momento crucial de nuestras vidas, cuando todo es tan desesperado, cuando cada día es una cuestión de supervivencia, no creo que puedas ayudar sino involucrarte.
Nina Simone.
Todo el mundo ha oído el nombre de Nina Simone, todo el mundo habrá escuchado alguna de sus canciones, y seguramente cualquier persona a la que pregunte dirá que era una cantante de jazz. Pero curiosamente, ella jamás se consideró a sí misma como tal. Decía que el jazz era el término que utilizaban las personas blancas para definir a las negras, y relacionar así su música con algo sucio. Ella definía su música como música clásica negra.
Desde muy pequeña demostró tener un talento innato; a los tres años empezó a tocar el piano y siguió aprendiendo y desarrollando su arte en la iglesia. A los doce dio su primer recital, y como es lógico, sus orgullosos padres ocuparon la primera fila para verla tocar. Pero fueron invitados a abandonar sus asientos para dejar ese lugar privilegiado a otras dos personas blancas. Y podría decirse que su activismo comenzó en el momento en que se levantó del piano y se negó a tocar hasta que se reparase tal injusticia.
En los 60 estuvo involucrada activamente en el movimiento por los derechos humanos, convirtiendo también su música en activismo; veía necesario utilizar su visibilidad como altavoz para los suyos.
¿Cómo puedo ser una artista y no reflejar los tiempos y las situaciones en las que me encuentro?
Su temperamento y su activismo no gustó a muchos, y acabaron pasándole factura. Pero después de unos años oscuros, el standard My baby just cares for me, grabado en su primer álbum en 1957, apareció en un anuncio de Channel nº5, se reeditó el tema y lanzaron un videoclip protagonizado por muñecos de plastilina en stop motion que lo petó bastante para ser finales de los 80, cuando el pop y el rock duro azucarado lo invadían todo y era harto improbable que el jazz se colara en los primeros puestos de las listas.
Volvió a los escenarios, emocionada por ser aún recordada y querida, pero cansada también. A menudo ponía de manifiesto ese cansancio, el de una vida llena de luchas, internas y externas. Por tratar de encajar sin dejar de ser quien era, tan fuerte y frágil a la vez.
Era una reina africana. ¿Cómo podía una reina acabar tirada en el barro, y aun así seguir caminando con elegancia?
Attallah Shabazz
Seguro que os habéis quedado con ganas de más, así que os dejamos con este trailer de un documental de netflix sobre su vida.
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