Dear white people

Un #imperdibleafk para aliades.

Esta serie de Netflix tiene grandes escenas relacionadas con la relación entre blancos y negros, en contextos en los que la comunidad negra alza su voz para reivindicarse. 

Una de las principales protagonistas de esta serie estrenada el 2017, Sam White (interpretada por la maravillosa Logan Browning), tiene un programa de radio en la universidad donde se desarrolla la trama. Nuestra protagonista, a raíz de sus propias vivencias, con su inseparable amiga Jo, se encontrará un camino lleno de espinas y límites internos y externos. 

En esta aventura, hay varios clubs dentro de la universidad, compuesta por gente diversa y, en la lucha por hacer valer su voz, Sam White encontrará grandes amigos y grandes enemigos. Le acompañarán tramas amorosas, de discusión racial y de género y, sobretodo, le acompañarán aliados que cometerán errores y aciertos. 

Sin embargo, poco a poco, estará menos sola. Tendrá a Lionel (DeRon Horton) —un chico muy peculiar, tímido y que tiene grandes cosas que descubrir de sí mismo—; también contará con Gabe (John Patrick Amedori), su novio blanco aunque en la vida de Sam aparecerá otro chico imperdible como Reggie (Marque Richardson). Al otro lado encontrará gente negra que muy poco interés en la lucha tienen, pues en sus prioridades personales y laborales no hay espacio para debates que, a su entender, son inútiles o, por lo menos, secundarios. En este sentido encontraremos a un chico ejemplar en la vida universitaria e hijo del rector, Troy (Brandon P. Bell) y a Coco (Antoinette Robertson). ¿Cómo se las hará Sam White para lidiar con gente negra que considera su discurso pesado? 

Una vida universitaria muy agitada, pues todos viven en la residencia pero con gran sentido político para Lionel, Sam, Jo y Reggie. Encontraremos más compañeros por el camino pero, sobretodo, encontraremos una historia de identidad y relación con el exterior a partir de esta. 

Esta serie —que me enganchó muchísimo— se la intento recomendar a personas blancas que quieren conocer en profundidad algunos aspectos de lucha antirracista. Por supuesto, conozco los límites de la serie en este sentido pues no deja de ser una serie de ficción, con salseos muy interesantes y en un contexto muy específico: Estados Unidos. Sin embargo, me parece una buena iniciación tanto para gente blanca como para gente que no lo es para intentar entender desde cosas micro (ej.: el uso de la palabra nigga) hasta cosas macro como la violencia policial. Me gustaría recalcar que lo bueno de esta serie —sobretodo para aliades— es entender que la violencia (física o verbal) es sólo la punta del iceberg compuesta por relaciones micro (interacciones más personales) en las que se desarrollan dinámicas racistas. 

En cuanto a los aspectos más de forma, la serie tiene una fotografía espectacular. La calidad del feed que tiene durante toda la serie hace pensar que en momentos estas viendo una serie retro pero, a la vez, profundamente moderna por las conversaciones, los lenguajes y las tramas ‘’digitales’’. En cuanto a la estructura de la serie —en temporadas— encontrarás una serie fácil de ver ya que se compone de capítulos de máximo 20 minutos por lo que empezarás la serie y no te habrás dado ni cuenta de que la has terminado. Y, por último, me gustaría destacar la maravillosa banda sonora de la serie.